miércoles, 19 de octubre de 2011

El 15-M no nos sacará de la crisis.

  Si está usted de acuerdo con esto, ya puede dejar de leer. La respuesta es POR SUPUESTO QUE NO (por ahora).

  Si por el contrario, está usted en contra, también puede dejar de leer. La respuesta en este caso es, NADIE NOS PUEDE SACAR DE NUESTRA PROPIA CRISIS, SOLO NOSOTROS MISMOS.

  He pasado largos periodos de tiempo, observando a la gente que habla del movimiento 15-M. En general, hay opiniones muy diversas. Pero he encontrado algo, en lo que la mayoría de mis contertulios están plenamente de acuerdo. Esto es, NO VA A SERVIR DE NADA.

  Pero claro, sacar las conclusiones antes de plantearse las preguntas, es más o menos, como morirse antes de nacer. De todas formas, si nos vamos a morir igualmente ¿para que esperar a vivir?...

  Todos buscamos soluciones a nuestros problemas. Pero el ritmo de vida que marca nuestra sociedad, nos lleva a desearlas, de la forma más inmediata posible, y con el mínimo esfuerzo. ¿Y qué menor esfuerzo que esperar a que alguien resuelva los problemas por nosotros?. Pero, ¿podemos exigir inmediatez entonces?. Y es más, ¿por qué delegar en algo que requiere inmediatez absoluta?. Me resulta, cuanto menos, contradictorio que lo podamos querer TODO YA, PERO QUE LO HAGAN OTROS.

  Cuando me enteré por la tele de las acampadas del 15 de Mayo, yo tampoco comprendía muy bien la esencia de aquella situación. Más tarde, fui testigo de mi propio asombro. Vi, que esas miles de personas PENSABAN COMO YO. La idea me entusiasmó tanto, que me decidí a aportar mi granito de arena.

  A los ojos del mundo, el movimiento 15-M estaba (y está) llamado a cambiar el mundo, a resolver las desigualdades existentes, a eliminar las guerras, a combatir el hambre, a hacer un reparto de nuestras riquezas, de nuestro bienestar. Es como el superheroe que viene a librarnos del mal...

  Y en consecuencia, siempre escucho lo mismo en mis tertulias. Que si esto no servirá para nada, que si no nos sacarán de la crisis, que si estos solo son unos anti-sistema que no saben lo que quieren, etc... Esto me desmoraliza tanto como me motiva. Me motiva a seguir pensando, que la crisis es un estado de ánimos que nos han inoculado, y que se soluciona pensando en otras cosas. La crisis no es la culpable de todos nuestros males, solo de unos pocos.

  Pero estas situaciones tan globales, no las pueden resolver, más, que quienes nos gobiernan. Todos y todas lo sabemos, y por eso nos dejamos en sus manos, esperando que, legislatura tras legislatura, hagan las mismas cosas esperando distintos resultados.

  ¿Y qué podemos hacer nosotros entonces? Pues la respuesta es muy fácil. Lo primero es abrir los ojos nosotros. Ante tanta injusticia que azota España, la crisis económica mundial es una mera cortina de humo que no nos deja ver nuestra verdadera crisis. TENEMOS UNA CRISIS DE VALORES. Y esa no puede venir nadie a solucionarla, pues está en nuestro interior.

  Por ejemplo: Si usted piensa que el dinero es una herramienta para proveer a la sociedad de un pequeño "bienestar", entonces nadie necesitará ser multimillonario para que en España se viva bien. Pero, si por el contrario, usted piensa que el fin último del bienestar consiste en el acaparamiento de riquezas, déjeme decirle que USTED NO SERÁ FELIZ NUNCA. ¿Y por qué? Pues porque como toda adicción, la codicia irá siempre a más, y nunca a menos. La codicia es una adicción que no se puede satisfacer del todo NUNCA. (Y así, sucesivamente...).

  Para mi entender, el 15-M está llamado a enseñar, de alguna forma, a la gente a pensar en plural, en lugar de en singular. Cuando entendamos realmente lo que necesitamos como sociedad, conseguiremos obtenerlo también como individuo. Lo primero, tendría que ser imaginar cómo queremos que fuese el mundo, y después, buscar la forma de conseguirlo. Y en realidad no es tan difícil. De hecho, ya se están consiguiendo cosas como parar deshaucios y renegociar condiciones de pago, que se hagan públicos los despilfarros públicos, casos de corrupción, injusticias, etc. Toda una suerte de circunstancias, que nos llevarán inevitablemente a que nuestra sociedad en general, empiece a hacer suyos los problemas que nos afectan a todos. A su vez, nuestros mandatarios se verán más vigilados y tendrán que ir cada vez con más cuidado con sus actuaciones, pues saben que vamos a ser muy críticos con ellos. Poco a poco, tendrán que escucharnos cada vez más... pues cada vez somos más, los que no aprueban un modelo de sociedad, basado en una democracia que aparta al pueblo de toda participación, y que fomenta la codicia de unos pocos, en pro de arruinar a unos muchos...

  Pienso que el cambio debe empezar en nosotros mismos. Y esto nos legitimará, para exigir un cambio en quienes nos gobiernan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario